Las cifras al respecto de los accidentes laborales que se registran cada año en el el mundo son elocuentes: Casi 3 millones de trabajadores mueren al año por causas relacionadas con el trabajo y se registran cientos de millones de lesiones de diversa consideración.
En España las cosas no son muy distintas, principalmente porque en lo referente a la prevención todavía queda mucho por hacer.
Dado que muchas empresas no ponen la suficiente atención en este campo, las cifras de accidentes también son muy elevadas en nuestro país.
No se trata de que las empresas ignoren sistemáticamente la seguridad, sino de que el abanico de situaciones de riesgo que pueden producirse es sensiblemente más elevado que las medidas que suelen ponerse en funcionamiento para contrarrestar dichos riesgos.
Como resultado, las bajas laborales reducen la productividad total y las empresas resultan menos competitivas.
Pero, ¿Qué situaciones son estas que provocan que los trabajadores se vean obligados a ausentarse de su puesto por causas de fuerza mayor?
En algunos casos son físicas, como las lesiones musculares ocasionadas por posturas forzadas, colisiones contra objetos inmóviles, resbalones, caídas, o accidentes de camino al puesto de trabajo.
Pero en otros casos, incluso aplicando todas las medidas precventivas para neutralizar estas situaciones, también pueden darse bajas de carácter psicológico, provocadas por el estrés que generan ciertas tareas.
Como puede comprobarse, no sirve un enfoque genérico para abordar un problema de este calado, y los responsables de riesgos laborales de las empresas necesitan gestionar este conjunto de situaciones tan diversas con una formación que les permita dar respuesta a todas ellas.
Dicha formación será la que permitirá tener una visión más amplia de los riesgos y medidas a implementar, y conseguirá que se reduzcan notablemente las ausencias por baja laboral.
