La prespectiva de género en Prevención de Riesgos Laborales

El 8 marzo se considera un día de reivindicación para las mujeres trabajadoras, un día para recordar que en el ámbito laboral las mujeres tienen los mismos derechos que los hombres. Lo ideal sería que esta fecha no existiera, pero estamos muy lejos de lograr esta igualdad entre las personas trabajadoras. 

Durante este mes de marzo, muchos lugares de trabajo se visten de morado y se reivindican las diferentes desigualdades (salariales, jerárquicas, promocionales, etc.). Pero no es suficiente con la sensibilización realizada durante un día o un mes, si de verdad se quiere alcanzar una igualdad, se debe de trabajar diariamente y en todos los aspectos que incluye la actividad laboral. Por todo ello, la perspectiva de género es necesaria dentro la gestión de prevención de riesgos laborales de la empresa. 

En un sector como el de formación de prevención de riesgos laborales, la carencia de instructoras e instructores es grande ya que las personas no estamos preparadas para exponernos en público. Aún más cuando somos mujeres y nos ponemos ante grupos muy masculinizados.

"En muchas ocasiones por el mero hecho de ser mujer me han menospreciado, antes de conocerme y saber de mi conocimiento han antepuesto prejuicios masculinos tal como que por ser mujer seguramente que nunca he manejado una carretilla o una grúa puente, que nunca he accedido a una obra o fundición. Y este condicionante ya supone un triple esfuerzo a las mujeres formadoras en captar el interés de la formación, la confianza de los participantes y lograr los objetivos establecidos".

Es verdad que la presencia de mujeres en altos cargos es una tendencia creciente. Aunque aún haya desafíos, políticas que cambiar y grandes objetivos que alcanzar. Se debe de reconocer que hay un cambio positivo y un mayor reconocimiento hacia las mujeres con roles de responsabilidad. Sin embargo, no se debe olvidar que la salud de los hombres y las mujeres es diferente debido a razones biológicas, pero también sociales. 

Las mujeres trabajadoras tenemos una serie de características asociadas a nuestra propia constitución física, como puede ser la fuerza, la estatura o el tamaño, que nos diferencian de los hombres. Por eso mismo, tal y como se recoge en el artículo 25 de la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales se deben de tomar las medidas necesarias para la adaptación del puesto de trabajo a las necesidades de cada trabajadora. Desde el diseño de los puestos de trabajo, la organización de los espacios, pasando por los horarios, los equipos y las herramientas, se ha pensado, mayoritariamente, siguiendo un modelo masculino de trabajador: y un ejemplo claro es que muchas herramientas manuales de trabajo se diseñan con parámetros anatómicos exclusivamente masculinos. 

Cuando la prevención de riesgos laborales es efectiva la calidad de la ocupación mejora y el desarrollo, tanto social como económico aumenta.

En esta línea, los Planes de Prevención de Riesgos Laborales y el Plan de Igualdad, son dos herramientas básicas para garantizar la incorporación de la perspectiva de género en el ámbito de la seguridad y la salud laboral. La coordinación e interrelación entre ambos planes es necesaria para la buena gestión de la prevención.

Ambos deberían considerar individualmente las necesidades de cada persona trabajadora y preparar un perfil de formación en todos los ámbitos, de manera que haya un desarrollo personal/profesional continuo.

Igualdad de oportunidades y salud

El compromiso con la igualdad de oportunidades es una estrategia básica para garantizar el derecho a la salud de todas las personas trabajadoras, en tanto que tiene en cuenta las necesidades de prevención de riesgos laborales de mujeres y hombres. No debemos olvidar que cuando la prevención de riesgos laborales es efectiva la calidad de la ocupación mejora y el desarrollo, tanto social como económico aumenta, ya que todas las personas aportan el máximo de su potencial. 

Son muchas las mujeres que me suelen expresar alivio al ver que la formadora es mujer y, aunque parezca mentira, las mujeres jóvenes son las que más alivio sienten ante esta situación.

Actualmente hay una predominancia del género masculino entre los participantes en los cursos de prevención de riesgos laborales, especialmente en los cursos teóricos y prácticos como el de Grúa puente, Carretillas elevadoras, Plataformas elevadoras, herramientas o utensilios. Es por ello que los instrumentos de evaluación y seguimiento de la formación de las empresas deberían incluir indicadores de género en las diferentes actividades formativas. Así como evaluar los cambios de actitud frente a los principios de igualdad, no discriminación o conductas sexistas en el ámbito laboral.

Miedo y alivio

Son muchas las mujeres que me suelen expresar alivio al ver que la formadora es mujer y, aunque parezca mentira, las mujeres jóvenes son las que más alivio sienten ante esta situación. Yo, por mi parte, siento una gran empatía al tenerlas en los cursos ya que son minoritarias. 

La gran mayoría de mujeres vienen con temor a encontrarse con un grupo totalmente masculinizado; con miedo a ser criticadas por el mero hecho de ser mujeres. Esto exige un doble esfuerzo ya que uno de los objetivos añadidos y principales es el empoderamiento de estas participantes.

Recuerdo como en una formación un trabajador me indicó que en su empresa no se dejaba a las mujeres coger la carretilla elevadora. Cuando le pregunté si eran pocas las trabajadoras, me comentó que en producción eran más que los hombres; pero que el encargado no les dejaba utilizar ni las apiladoras. Este tipo de conductas totalmente machistas están fuera de lugar y resultan totalmente incomprensibles.

Como apunte final, es importante también que en los cursos de formación y en el material didáctico disponible se eviten los estereotipos de género y se haga un uso del lenguaje no sexista. Es imprescindible trabajar la concienciación y sensibilización y romper los estereotipos denominado el techo de cristal. La prioridad radica en dotar de formación y conocimientos a los y las participantes para que puedan realizar la actividad laboral de una manera segura y evitar incidentes, accidentes y enfermedades laborales.


Compartir:


Déjanos un comentario